InviAble

con ese anhelo con la ganas de hablarte con los ojos cerrados intentando respirar intentando resistir cansado de no estar cansado de caminar intentando avanzar sin querer soltar tocando pilares sostén mi cuello amárrate a mis pies envuelve tus brazos entrégame tu aroma mírame, mírame con esos ojos ojos negros como aquella noche sin luna como aquellas caminatas

Entrega mis brazos quita tu mirada besa lo desconocido, amargo intento de cerrar abraza tus deseos entrega tus manos amárrate el cuello cierra tus ojos entibia las sabanas quítate la piel mira hacia otro lado hasta que yo te diga entrega tu alma quítate los zapatos siente el pasto bajo tus pies

déjame respirarte deja que me ahogue en tu silencio en tu ausencia quiero mas de ti permíteme, déjame ver tu mirada extiende tu mano quiero conocerte quiero equivocarme quiero equivocarme si es esa la única razón para estar a tu lado detén mi tiempo como lo sabes hacer  solamente tu

cejas oscuras y pronunciadas ojos tímidos lineas perfectas que demarcan una belleza poco valorada Pasos pequeños manos pequeñas silencios  que penetran el corazón como los primeros rayos de sol inseguridad crisis de angustia temblar cerrar los ojos respirar intentar seguir adelante volver a intentarlo narrar una historia jamas contada que jamás ocurrió

Caminar por lugares oscuros silenciosos de miradas llenos de lágrimas Esquinas malditas momentos difíciles decisiones importantes Palabras hirientes emociones reprimidas sentimientos incorrectos Ojoso rojos, hinchados sonidos de pasos que se alejan en sentido contrario Que luego se devuelven para alargar solo el final una muerte anunciada.

Gritarle al cielo gritarte a ti cansarme de todo esto querer morir No ser escuchado por qué no lo haces? mátame mírame de una vez Dime algo dime que me vaya dime que te sostenga o tan solo un "no quiero verte mas" De todas formas ya estoy muerto De todas formas no te veo De todas formas ya me odias

Somos hipócritas y falsos cuando ocultamos nuestros problemas bajo una sonrisa que nos duele calcar. Somos infieles a nuestro amor propio cuando amamos lo que odiamos. Somos insignificantes cuando nos odiamos por hacer lo que nos da asco y desechamos un abrazo por la falta de tiempo. Somos despreciables cuando quemamos la fe en nosotros mismos por ponerla en algo que no existe. Somos ignorantes cuando no distinguimos entre querer estar sobre todos sin ver como destruimos el entorno, como destruimos una mirada fija acompañada por un beso, de esos que te sacan de esta realidad.

Nos pasamos millones de horas haciendo de nuestras vidas unos infiernos sin sentido, sin amor, sin cariño, sin respuestas. Cada instante es igual al anterior, lleno de amargura, lleno de tragos sin sabor alguno, miramos para que las demás personas crean que algo pasa por nuestras mentes, pero es todo tan oscuro, tan vacío y sin sentimientos que la verdad es que no sabemos que es lo que queremos de nuestro pasar por este planeta. Al formar parte de un grupo de personas tan numerosas, existen millones de posibilidades de poder hacer las cosas bien, pero lo que siempre hacemos al final es caer en el mismo error una y otra vez, es un error pero con diferente nombre, con diferentes ojos, pero la misma mirada, esa mirada que siempre siempre te quita la razón, esos ojos oscuros que aunque los veas mil veces, siempre pierdes la noción del tiempo. Esa voz que al resonar en tu sistema auditivo, te hace temblar de nerviosismo, de no saber como reaccionar ni actuar. Siempre nos dicen que ...

Entraba por la ventana,  como queriendo lograr lo imposible.  Un propósito muy lejano.  Ya iba en el piso 35  a través de las escaleras,  pero no existía mas cansancio  del que llevaba en su corazón,  era su única carga. Una azotea,  un borde liso y perfecto.  El sol le chocaba el rostro  y sin pensarlo avanzó hacia él.  Se paró sobre aquel recto borde  de un color verde gastado y corroído  debido a las fuertes lluvias.  Inspiró profundamente  para dejar salir lo que fue  su último suspiro,  para finalmente  decidir emigrar de su vida  y solo dejarse caer. -Saltar-

Caminata nocturna,  suelo húmedo,  pasos tímidos,  no sé,  ¿tal vez un café?,  patear hojas secas  de un otoño frío  con un sonido de autos y micros de fondo  rellenando los silencios  que generan expectativas  en una calle desconocida.  ¿Fotos a color?,  imágenes reales de un sueño borroso  que aumentaban las ganas  de una segunda oportunidad  que jamas llegaría.  Incredulidad,  negación y finalmente aceptación  para luego buscar los audífonos  en el bolsillo derecho de la chaqueta y abandonarse en la soledad de un paradero camino a casa.  -Otoños-