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Mo


Escuchar ruidos que amas,
amar sonidos que antes odiabas
encontrar una señal que siempre,
pero siempre fue ignorada para
amar la magnitud de lo profundo y
profundizar en las ideas mas íntimas
restaurando la esencia de lo intangible.

Bautizar el alma con los colores 
mas ricos en armónicos pudiendo así,
celebrar la inmortalidad del crecimiento
espiritual y navegar por la luces que penetran
tus párpados que vibran y se entreabren
intimidando el conocimiento humano existente,
que luego transmuta a otro plano.

Sanar tus heridas y perdonar el egoísmo
que tiene mas por aprender
sin miedo, sin temblores, sin golpes ni gritos.
Llantos a los pies de una cama ausente,
rezos eternos al torturador de tu alma,
inyecciones de vitalidad y la promesa de que
la vida no es vida si no quieres estar dispuesto
a morir y amar tu propia sangre

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