como un paño sobre una cama un cuerpo algo frio un corazon que aun late las cenizas quedan de un fuego que ardió con potencia, firme y hermoso Pero tarde o temprano, la llama se apaga. Cenizas de 84 marcas huesos Miradas perdidas. Momentos de lucidez, enmarcan que el amor jamás se acaba, ni con la muerte. Trasciende inmaculado el amor en su esencia más pura y cristalina abrazando, amando, enseñando. La luz enciende tus ojos, tus suspiros de impotencia, de cansancio, nos preparan para algo tan lejano. Algo que jamás esperamos tan pronto. La vida no cancela sus planes, no se detiene a preguntar si estas bien. Solo avanza. El lado obscuro, el lado amargo, la agonía, la espera...
eslabones de una cadena rota